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Prólogo - Parte 1: Tiempo
El tiempo es lo de menos
suspendido en la nada
y ausente del llanto
del gran dolor ajeno.
Espero y desespero,
el sueño no se acaba,
naufrago en el espanto
del gran dolor ajeno.
Mis manos y el fuego
se parecen sólo en lo
sagrado de la esencia,
pero en nada más que eso.
Sin tiempo desespero,
suspendido y se acaba,
naufrago en el llanto
del gran dolor ajeno.
El tiempo es el veneno
fluyendo hacia la nada,
la culpa sin descanso
del gran dolor ajeno.
Mis manos y el fuego
se parecen sólo en lo
sagrado de la esencia,
pero en nada más que eso.
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Prólogo - Parte 2: Amor
03:52
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Prólogo - Parte 2: Amor
Los ojos nunca mienten
pero ocultan verdades,
interpretar eso
puede costarme la vida.
Todo (menos el dolor)
puede partirse en dos,
y todo (menos Dios)
puede desangrarse de amor.
Se deshace en el aire,
flota por todas partes,
lo devoran tus ojos,
es un sueño que se escapa.
Cicatriz en el alma,
sola y desamparada,
me siento impotente,
y me abandonan mis fuerzas.
Todo (menos el dolor)
puede partirse en dos,
y todo (menos Dios)
puede desangrarse de amor.
Ahora estoy rodeada,
atacan por la espalda,
me hundo en mis recuerdos,
en un instante me atrapan.
Tengo una ventaja,
algo que ni recuerdo,
es un fuego sin nombre,
es el final de una era.
Todo (menos el dolor)
puede partirse en dos,
y todo (menos Dios)
puede desangrarse de amor.
Los ojos nunca mienten
pero ocultan verdades,
interpretar eso
puede costarme la vida.
Todo (menos el dolor)
puede partirse en dos,
y todo (menos Dios)
puede desangrarse de amor.
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Prólogo - Parte 3: Escucho el silencio
El silencio a veces
rompe mis ideas
y lo que antes era fuerte
se ha vuelto muy frágil.
En el vacío he encontrado
esas antiguas explicaciones
que jamás quise conocer
y que ahora me pesan.
Entonces arrastro mi condena
por la oscura y solitaria
avenida de la muerte,
mientras lluevo.
La tentación siempre es divina,
yo robaré flores negras
del jardín más solitario
(solitario como todo acá).
Este abismo oscuro,
profundo y desolado,
naufragan mis ideas
en los mares del espanto.
La nada infinita es
un todo que se expande,
inmensos son mis sueños,
carecen de sentido.
Entonces arrastro mi condena
por la oscura y solitaria
avenida de la muerte,
mientras lluevo.
La tentación siempre es divina,
yo robaré flores negras
del jardín más solitario
(solitario como todo acá).
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Conciencia - Parte 1: En la avenida de la muerte
Desierta la avenida
parece no poder creer
lo que ve en mis ojos,
estoicos y ciegos.
Lo que me conmueve
y me confunde
es ni más ni menos que
lo que desató esta tormenta (eterna).
Esta tormenta (eterna),
esta tormenta (eterna),
esta tormenta (eterna),
esta tormenta (eterna).
Desierta la avenida
parece no poder creer
lo que ve en mis ojos,
estoicos y ciegos.
Lo que me confunde
y me conmueve
es ni más ni menos que
lo que desató esta tormenta (eterna).
Esta tormenta (eterna),
esta tormenta (eterna),
esta tormenta (eterna),
esta tormenta (eterna).
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Conciencia - Parte 2: Al principio
Incluso antes del primer hombre
ya se presagiaba la inundación
y la furia de los elementos,
al conocimiento lo llamaron Dios.
Nunca es injusto el cielo, [y en el infierno no hay lugar]
la lluvia no es condena ni perdón, [y ya no hay tiempo para perdonar]
Dios se arrastra [y en el infierno no hay lugar]
pero su llanto es carne (y no sangre).
Mucho antes del primer hombre
ya se presagiaba la destrucción
y la furia de los elementos,
al terror sin nombre lo llamaron Dios.
Nunca es injusto el cielo, [y en el infierno no hay lugar]
la lluvia no es condena ni perdón, [y ya no hay tiempo para perdonar]
Dios se arrastra [y en el infierno no hay lugar]
pero su llanto es carne (y no sangre).
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6. |
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Conciencia - Parte 3: Gusano
La idea del juego es
arrastrarse igual que Dios,
que sabiéndose gusano
te inyecta su mismo dolor.
Ganar es lo de menos,
el juego no tiene fin,
al cielo no se llega,
erguirse es inútil.
Y todo esto ocurre
a pesar de las alas,
a propósito de la lluvia,
indiferente al fuego.
El miedo al vacío es
parecido a sentirse Dios,
que intuyendo el final
amenaza con la extinción.
Camino directo al fuego,
el misterio no tiene fin,
ser libre es lo de menos,
el precio es existir.
Y todo siempre vuelve
a ocurrir de nuevo,
es un ciclo infinito,
me arrastro por no morir.
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Conciencia - Parte 4: Fe (o la carencia)
Dios no cree en mí
y el vacío es el final
inevitable de la avenida
de la que no pude (o quise) salir.
Me pregunto cómo será
(no soltaré las flores),
quizás me convenga, justo antes,
mirar hacia atrás.
Las flores pesan,
pero ya son parte de mí,
son lo que falta
en el brillo de mis ojos.
Hay un hueco en mí
y el vacío que es Dios
me arrastra en la avenida
de la que no quise (o pude) salir.
Siempre supe cómo será
(no soltaré las flores),
Dios castiga, no perdona,
al que viene atrás.
Las flores pesan,
pero ya son parte de mí,
son lo que falta
en el brillo de mis ojos.
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8. |
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Conciencia - Parte 5: El (verdadero) peso de la Fe
Nadie toma en serio a Dios
sólo por que es eterno,
pero nadie es inmune
al Divino Veneno.
Ni siquiera los elementos
que se desgastan mientras
desgastan todo lo que existe [y más]
por los siglos de los siglos.
Amén.
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Conciencia - Parte 6: Dios
Ni la distancia ni el miedo
podrán hacerme daño
en este espacio-silencio
en el que me he refugiado.
Mis manos llenas de sangre,
cuerpos por todos lados,
hay belleza en este caos
que desborda mis encantos.
Llamaré "orden muy particular"
a lo que se conoce como caos,
entonces mi tranquilidad
llenará todo el universo.
Ni la distancia ni el tiempo
podrán hacerme daño
en este espacio-silencio
en el que me he refugiado.
Mis manos rojas de sangre,
muertos por todos lados,
hay orden en este caos
que desborda mis encantos.
Llamaré "orden muy particular"
a lo que se conoce como caos,
entonces mi tranquilidad
llenará todo el universo.
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10. |
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Consecuencia - Parte 1: Un cielo infernal
Todos saben cantar
villancicos de la muerte,
no hay un volcán [en mis ojos],
no hay más furia [para temer].
He reducido al máximo [siempre al máximo]
la complejidad de existir [todo por existir]
deformándome en el tiempo [no hay nada más que tiempo]
donde se arrastra mi dolor.
Todos saben bailar
villancicos de la muerte,
hoy hay un volcán [en tus ojos],
hoy hay más furia [para temer].
La humedad del oxígeno [he reducido al máximo]
será siempre menos cruel [la complejidad de existir]
que la de mis ojos que [no hay nada más que tiempo]
a pesar de eso arden [a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso arden]
[a pesar de eso]
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11. |
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Consecuencia - Parte 2: La (vieja) causa (eterna)
Nunca voy a perder la fe
ni a soltar las flores (negras),
la invalidez no empañará
el brillo de mi gran causa.
La inconsciencia y el temor
van ahora de la mano,
la paradoja no es tan grande,
no tan grande como vivir.
Nunca voy a perder la fe
ni a soltar las flores (negras),
la invalidez no empañará
el brillo de mi gran causa.
La inconsciencia y el temor
van ahora de la mano,
la paradoja no es tan grande,
no tan grande como vivir.
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12. |
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Consecuencia - Parte 3: En mis manos
Me asusta más
la muerte del dolor
que el dolor de la muerte,
sin embargo siento.
No encuentro explicación racional
para la impermeabilidad de las flores,
ahora todo (sólo) depende de
mi habilidad para disolverme (en silencio).
Me asusta más
la muerte del dolor
que el dolor de la muerte,
sin embargo siento.
No encuentro explicación racional
para la impermeabilidad de las flores,
ahora todo (sólo) depende de
mi habilidad para disolverme (en silencio).
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Bicho Reactor Ciudad Autónoma De Buenos Aires, Argentina
Violinista excelso y demente, nacido en Düsseldorf en 1907. Desde pequeño y ha desarrollado una inusual, muy particular y
fascinante técnica de ejecución de su instrumento preferido: el violín. Ha llegado incluso a recibir de parte de su público elogios como: «tocás como el orto, hijo de puta» o «metete el violín en el culo y dejá de joder».
Su talento crece día a día y parece no tener techo.
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